Como ya he comentado en mi perfil del Caralibro y en la página, también en caralibro, de este blog, lo he conseguido. El reto era bajar de 85 kg en 6 meses comenzando el día 20 de Octubre del pasado año 2015 en el (desde aquí) escalofriante peso de 109 Kg, y lo que en un comienzo se me antojaba una tarea harto difícil, ha resultado ser un re-aprendizaje de unos 3 meses, en los que he vuelto a aprender a comer y a, a mi manera, volver a centrarme en cuidar lo que como, y por qué no decirlo, en volver a cocinar y disfrutar haciéndolo, volver a hacer deporte de modo moderado y volver a "quererme", que me tenía muy dejado. Es decir:
¡ ¡ ¡ L O C O N S E G U Í ! ! !
Las gafas son atrezzo de mi ahijada, que quería ver como me quedaban. |
Pero, mirando atrás desde esta última entrada sobre mi periodo dietético, tengo que reconocer que a veces (o prácticamente a todas horas) he podido resultar un pelín cargante, pedante o monótono, sobre todo para la gente con la que más tiempo paso, es decir, compañeros de trabajo, familia y amigos más allegados. LO SIENTO, eso no lo puedo (ni lo quiero) cambiar, ya que es mi forma de afrontar los problemas, embebiéndome de información, procesándola y sacando (y compartiendo con quien quiera, o no enterarse) mis conclusiones hasta un punto que, como dice mi mujer, ¡RAYO! De nuevo...
LO SIENTO, PERDONAD SI EN ALGÚN MOMENTO OS HE ABURRIDO.
También tengo que reconocer, que cuando he tenido (o tengo, esto sigue pasándome y creo que me seguirá pasando) hambre se produce en mi interior una mutación del estilo del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, es decir, me pongo "un pelín", por no decir "un muchín", irascible. Conforme se va incrementando mi hambre, de modo directamente proporcional lo hace mi irritabilidad, también va "in crescendo" hasta lo que yo llamo el "punto de no raciocinio" o "punto de ofuscación rabuda", a partir del cual es normal escuchar un 'tranquilo que no se acaba' o un 'razona, deja de morderme el brazo' (igual exagero un poco, pero no anda muy lejos la cosa. Ese punto en el que cualquiera que me conoce me ha visto alguna vez, esos "fantabulosos" momentos en los que le meto prisa al que se está echando comida en su plato, para que apure y me pase la bandeja de una vez a mi, o los tan "fabulotásticos" en los que doy contestaciones que no vienen a cuento y acompañadas de un tono mucho más elevado y descortés del que corresponde cuando alguien me suelta alguna perla de sabiduría dietética. De nuevo...
LO SIENTO, PERDONAD SI EN ALGÚN MOMENTO OS HE ALZADO LA VOZ U OS HE HABLADO MAL.
Y por ultimo, y no menos importante, tengo que reconocer, que al haber estado tan centrado en mi boca, he dejado un pelín abandonadas a algunas personas importantes, a algunas amistades, alguna que otra conversación así como en momentos más o menos importantes, me he mostrado distante. Solo decir que...
LO SIENTO, PERDONAD SI EN ALGÚN MOMENTO NO HE SIDO YO MISMO CON VOSOTROS.
Esto es el final de este periodo de algo más de tres meses, en el que me he entregado en cuerpo y alma a bajar peso de una forma saludable y controlada, sacrificando todo lo que no me abocase al éxito; y por tanto, es el final de esta línea de relatos titulada "ADELGAZANDO".
Espero no haberos aburrido con mis letanías, mis malas ostias, mis desesperaciones, mis desbarres, mis salidas de tono, mis desquicies ni con mis opiniones, que es al fin lo que os he mostrado aquí. Mi más sincero GRACIAS por haber ejercido de silenciosos psicólogos, dedicando vuestro valioso tiempo a leer lo que a mi se me pasaba por la cabeza.
Ahora estoy completa y absolutamente decidido a re-enfocar esta fuerza interior (parezco un Jedi hablando, ¿Qué no?) que he descubierto que tengo, hacia otros campos de mi vida. Os iré informando por esta vía...
UN SALUDO Y DE NUEVO MIL GRACIAS A TODOS LOS QUE ME HABÉIS LEIDO Y/O ME HABÉIS HECHO LLEGAR VUESTROS COMENTARIOS Y ÁNIMOS.
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