Los jefazos de mi oficina se han vuelto... locos, no, lo siguiente. Resulta que: con el país casi en recesión, unas tasas de paro que le quitan a uno el hipo de solo oirlas y dan ganas de llorar de tan solo verlas, así como de entrar por urgencias con depresión galopante y engrosar las listas de espera del servicio, todavía público, de salud de sus respectivas Comunidades Autónomas; a estos no se les ocurre otra idea que la de organizar un Curso Asistido de Reparación, Calibrado, Aligerado, Mecanizado y Alineado Lógico de máquinas de Escribir "Aceitunetti".
En adelante C.A.R.C.A.M.A.L.
Un curso completísimo el CARCAMAL, un mes de duración, con prácticas de despiece y resolución de los problemas más comunes, como por ejemplo el ya conocido (por todos los nacidos antes de los 90) cambiame allá esa cinta de tinta, que si enderézame la M que sale torcida, sácame la O mayúscula y límpiale el agujerillo del centro que cogió roña y un largo etc. Como no, el curso no se imparte cerca, se imparte en la otra punta de España. Razón por la cual lleva asociado unos gastos de desplazamiento y unas dietas para no morir de inanición. Que le voy a hacer, en tiempo de bonanza me acostumbre a comer tres veces al día todos los días de la semana y ahora me resulta complicadísimo sacarme de ese hábito. Si quieren que haga el curso que me den de comer, que yo si no como no pienso. Como dijo el cerdo en la cuadra: Pienso, luego existo.
El caso es que a estos jefes míos no se les ocurre otra cosa que, en lugar de mandarnos en el "Omnibus" (como diría la clase de gente que programo el curso sobre semejante ingenio) o en Ferrocarril, no, van y nos pagan traslado en vehículo propio a cada uno de los 3 que venimos a aprendernos este prodigio de maquina oficinística. Por cierto, que en el curso se incluyen alguna que otra presentación en Power Point, ¿habéis visto algo más RARUNO? ¡Joder! Yo desde luego que no.
Y es que en pleno siglo XXI, con el formato digital en auge, a nadie se le ocurre organizar un curso de reparación de gramolas y gramófonos. Seamos serios, jefes, ¿Maquinas de escribir en la era de los ordenadores? Claro que para esta clase de gente que pulse una pantalla de un teléfono táctil y aparezca una foto de ellos con cara de mico es BRUJERÍAAAA ¿Me queréis decir que no hay otra cosa en la que invertir el dinero de la empresa? Que por otra parte, yo estoy encantado de la vida de haber sido uno de los elegidos para "aprenderme" esta joya de la mecánica y el engrase de finales del siglo XX pero... ¡hombre, por favor!, ¿somos tontos o que? Porque si no somos tontos, o nos lo hacemos muy bien o no me lo explico. Dadme un curso de manejo de Open Office o de creación y maquetado de documentos de texto, incluso diría más, negréame durante un año estudiando programación informática (ya sea C++ o Unix) pero no me jodas con los objetos escribientes que tienen más años que yo, porque con este tipo de "tacticas" industriales nunca ascenderemos a Primera División, seremos el eterno aspirante.
QUERIDOS: ¡EVOLUCIONAD Y MEJORAD!¡NO HAGÁIS COMO LOS CANGREJOS!¡NO VAYÁIS HACIA ATRÁS!
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