No tengo interés en tus palabras,
en tus actos de buena fe.
Lo siento, detesto al hombre
como al perro que ladra.
El oculto significado de la obsesión,
se resiste a mostrarte vulnerable.
Enamorado estás del deseo,
más que de lo deseado.
No es agradable
formar parte del rebaño,
ser débil de espíritu,
apocado ante la sandez del fuerte.
¡Qué bien hablas cuando lees!
Siempre la oportuna ironía,
haciendo sonreir a los borregos,
gestos callados como el aroma del café
y el verbo con la autoridad del erudito.
No tardan en llegar las promesas,
propósitos que aumentan nuestras vidas
en tiempos desgraciados e irreversibles.
La aburrida vida sin riesgos
ante la hipocresía del bien amado.
Llegué al mundo con billete de vuelta.
Tarde o temprano se marchará mi aliento.
Perder no tiene redención,
aunque la valentía sí conozca el miedo.
Y tú, candidato,
¿qué buscas?
¿El inefable liderazgo
o la conveniente representación?
en tus actos de buena fe.
Lo siento, detesto al hombre
como al perro que ladra.
El oculto significado de la obsesión,
se resiste a mostrarte vulnerable.
Enamorado estás del deseo,
más que de lo deseado.
No es agradable
formar parte del rebaño,
ser débil de espíritu,
apocado ante la sandez del fuerte.
¡Qué bien hablas cuando lees!
Siempre la oportuna ironía,
haciendo sonreir a los borregos,
gestos callados como el aroma del café
y el verbo con la autoridad del erudito.
No tardan en llegar las promesas,
propósitos que aumentan nuestras vidas
en tiempos desgraciados e irreversibles.
La aburrida vida sin riesgos
ante la hipocresía del bien amado.
Llegué al mundo con billete de vuelta.
Tarde o temprano se marchará mi aliento.
Perder no tiene redención,
aunque la valentía sí conozca el miedo.
Y tú, candidato,
¿qué buscas?
¿El inefable liderazgo
o la conveniente representación?
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